El Secretariado Nacional de La Fraternidad saluda a todos los Compañeros con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, con la convicción de que formamos parte de una clase social mundial con derechos sociales y gremiales que debemos defender y resguardar. Los trabajadores constituimos la inmensa mayoría de la humanidad, y rememoramos este nuevo 1° de Mayo en el marco de la persistente emergencia sanitaria y económica, que perturba nuestras vidas y nuestro porvenir y que pone en peligro muchas de nuestras conquistas históricas. Son las trabajadoras y trabajadores los que posibilitan que la economía de los países se siga desarrollando y que las industrias puedan seguir adelante, a pesar del riesgo que esta situación implica para la salud y el bienestar de las trabajadoras y trabajadores. Debemos reflexionar y alertar a todos nuestros compañeros fraternales y a sus familias sobre la situación actual y las graves secuelas económicas en nuestro país por el cierre de las empresas, la flexibilización laboral, las suspensiones y los despidos de miles de compañeras y compañeros, a lo que se agrega las crecientes dificultades para alimentar y atender las necesidades del sector más pobre y postergado del pueblo argentino. Hoy la situación sanitaria y económica es mucho peor que el año pasado, todo se ha agravado en nuestro país y los próximos meses serán más complejos, el gobierno y la oposición política, de la que heredamos la deplorable gestión de gobierno anterior, han cometido errores fundamentales en la gestión de la pandemia y el retraso en el proceso de vacunación masiva es inadmisible. Pero más allá de las dobleces e ineficiencias de la política y los políticos sabemos que la respuesta está en fortalecer el Estado, refundar sus políticas para intervenir con capacidad y decisión, para salir de la trampa del Modelo neoliberal que devastó el Estado y creó las condiciones para la emergencia actual, por la ausencia de regulaciones y el desguace del sistema sanitario que hace que todas las medidas lleguen tarde o sean insuficientes. Debemos trabajar por un nuevo Contrato Social entre todos los sectores de la vida nacional por lo que es impostergable que la política deje sus desavenencias de lado para concretar acuerdos mínimos que posibiliten abordar la grave situación y recuperar el Estado, la única institución capaz de devolvernos a la normalidad y de ejecutar las políticas que la sociedad reclama y que los trabajadores imperiosamente necesitamos. Necesitamos otro Estado y otra sociedad con valores vinculados a la solidaridad y la unidad con un Salario Básico Universal de emergencia que garantice la subsistencia diaria de millones de compatriotas y un plan económico que atienda a todas las argentinas y argentinos, y especialmente a sus niños y ancianos. Hoy como ayer debemos ser solidarios con nuestros compatriotas y por ello no debemos olvidar el legado de nuestros fundadores en una nueva conmemoración de la heroica gesta por la jornada laboral de ocho horas, ejemplo de lucha y solidaridad. “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”, era la consigna de los sindicatos que exigían la jornada laboral el 1º de Mayo de 1886, que ante la oposición de los capitalistas decidieron una huelga general. La Fraternidad se organizó un año después en la defensa de los legítimos intereses de maquinistas y fogoneros, y enfrentó con valentía a las empresas ferroviarias y a los gobiernos por sus recetas económicas y sociales de explotación y miseria. Reivindicamos el recuerdo de aquellos que resignaron sus vidas por la dignidad de los trabajadores, para recorrer el camino de la libertad, la igualdad y la fraternidad, asumimos ese legado en la defensa de nuestros intereses profesionales y laborales amenazados por una situación mundial y nacional que sume a la humanidad en una época de incertidumbre y crisis. Estamos decididos a mantener nuestro protagonismo de trabajadores organizados en la defensa del salario y las condiciones de vida de la familia trabajadora y a sostener la vigencia del Modelo Argentino que nos legó Juan Domingo Perón, ya que solo la Comunidad Organizada y la Justicia Social nos devolverá la normalidad a la que aspiramos las trabajadoras y trabajadores con una Argentina de equidad y trabajo. Reivindicamos en esta hora difícil la memoria de todos los valientes que lucharon por los trabajadores y convocamos a nuestros compañeros a una mayor UNIDAD y SOLIDARIDAD, también aprovechamos para estrecharlos con un sincero y cordial abrazo fraternal
Sindicato La Fraternidad
Conductores de Trenes de la República Argentina