Buenos Aires, 4 mar (PL) Los sindicatos ferroviarios en Argentina consideran histórica la decisión del Gobierno de re-estatizar los ferrocarriles del país, anunciada por la presidenta Cristina Fernández el domingo último
Al hablar ante el Congreso el 1 de marzo, la mandataria adelantó que presentará un anteproyecto para establecer la empresa Ferrocarriles Argentinos, Sociedad del Estado, que se encargará de los servicios de trenes de pasajeros, transporte de carga e infraestructura.
Al día siguiente el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, notificó a todos los operadores privados que el Estado asumirá el control del sector una vez terminado el actual período concesionario.
De todas formas, el Gobierno viene pagando por decisión del año pasado a los trabajadores ferroviarios de las principales líneas férreas metropolitanas y subvenciona todos los servicios de estas, mientras las compañías privadas han incumplido con los planes de inversiones.
Además, adquirió modernas formaciones de China que primero puso a funcionar en la Línea Sarmiento, la primera que recuperó en 2014, y después renovó todo el parque de los ramales del Tren de Mitre, al tiempo que electrifica las líneas del Roca.
Todos esos servicios transportan a millones de pasajeros entre la capital y diversos puntos del conurbano y Provincia Buenos Aires. Todos esos servicios fueron privatizados principalmente durante la década de 1990. Otras vías fueron abandonadas como el Tren Transandino que conectaba al país con Chile.
En declaraciones a la agencia de noticias Télam, el titular de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia, aseguró que la decisión de Cristina fue trascendental y conducirá a “un instrumento jurídico integral de coordinación federal del transporte”.
Sasia recordó que el presidente Juan Domingo Perón nacionalizó los trenes en 1948, en aras de sostener la independencia económica y dar paso a la justicia social.
El dirigente de la UF señaló que después se desató una “prédica económica liberal, la deliberada mala gestión y la persistente crítica de poderosos medios de comunicación, que trataron de indeseables a los ferroviarios para convencer sobre las privatizaciones”.
Omar Maturano, cabeza del Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad, que se ubica en la trinchera opositora, elogió la decisión, aunque consideró que se debe acompañar con una Ley Federal del Transporte.
Refirió que eso mismo reclamaban los trabajadores desde hacía mucho, empero alertó que “la nueva empresa estatal no debe incurrir en el sobredimensionamiento administrativo”.
Igual apoyo brinda la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos y la Asociación de Señaleros de Ferrocarriles Argentinos. Todos los gremios coinciden en que la decisión presidencial afrontará duras posiciones para impedirla.