Durante el encuentro en Mar del Plata de sus principales líderes
Primera cumbre del año. En Mar del Plata. Con el sindicato gastronómico como anfitrión. Allí, el triunvirato que conduce la CGT unificada mostró ayer algunos denominadores comunes para sentarse a discutir con el Gobierno en las próximas semanas. A la espera de la reunión del consejo directivo, el 2 de febrero. Por caso, advirtió que hay “un incremento muy grande de la tensión social” y cuestionó que el Gobierno “no tiene una actitud imperativa con los empresarios” frente a los despidos. Además, sostuvieron que no dejarán “que caigan los convenios colectivos de trabajo” ni permitirán “que se ponga tope a las paritarias”.
En conferencia de prensa, el dirigente del gremio de la Sanidad y miembro del triunvirato, Héctor Daer, llevó la voz cantante. Con la mención de las demandas y la insatisfacción de buena parte de los dirigentes presentes. “No hay una a favor de los trabajadores, son todas en contra, y empezamos con el decreto que anuló la ley antidespidos. También hubo un acuerdo para aprobar la modificación en la ley de las ART, se aprobó en el Senado y resulta que sacan un DNU anticipándose lo que se iba a tratar en la Cámara de Diputados”, señaló el también diputado nacional por el Frente Renovador, en una de sus intervenciones.
Además de Daer y los otros integrantes del triunvirato, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, participaron del encuentro el anfitrión, Luis Barrionuevo, Omar Maturano, de La Fraternidad; Julio Piumato, de Judiciales; Guillermo Pereyra, de petroleros; y Facundo Moyano, de peajes; Francisco “Barba” Gutiérrez, de la UOM; Roberto Coria, de los guincheros; Walter Anchaval, de camioneros; Abel Frutos, de panaderos; Amadeo Genta, de los municipales; y Rubén Sandoval, de perfumistas, entre otros. Como se observa, un universo heterogéneo con miradas distintas sobre cómo encarar la relación con el Gobierno. Aunque con inquietud compartida.
Temario Las iniciativas del Gobierno en términos de política laboral estuvieron en el centro de la discusión. Con las modificaciones por decreto del Sistema de Riesgos del Trabajo co- mo nuevo dato. Y la discusión paritaria en el horizonte cercano. Sobre las ART, Daer pidió que el Gobierno “rectifique” su decisión y se trate en el Congreso, donde tiene media sanción. Respecto de los convenios colectivos y las paritarias, advirtió que no iban a permitir cambios o topes. Y con un mensaje implícito: que no prospere el modelo “Vaca Muerta” para el resto de las actividades, como se empezó a discutir Asimismo, la conducción de la central cuestionó que el feriado del 24 de marzo, por el Día de la Memoria, sea un feriado movible, cuestión que estaba presente en el temario habitual de la central.
Sobre medidas de fuerza tentativas, la CGT tiró la pelota para adelante.
No desechando nada, pero lejos de confirmar. “Todas las medidas de fuerza que sean necesarias para el momento en que haya que hacerlas según lo disponga el Consejo Directivo”, señaló el dirigente de la Sanidad. Y llamó a sus compañeros a que “cualquier dictamen se realice el próximo 2 de febrero” en el cónclave que se realizará en la sede de Azopardo 802. De todos modos, admitió presión de las “bases”.
“Muchas comisiones internas nos están pidiendo paro”, señaló.
“La economía no ha arrancado y ellos no tienen ni idea, por eso hay que olvidarse que vamos a discutir una paritaria de alrededor del 20%.
Ante la pérdida del poder adquisitivo del año pasado, más los aumen- tos en los servicios y otros rubros este año, no vamos a discutir con ningún tope”, señaló Schmid, al cabo de la reunión. Y volvió a remarcar una de las observaciones que más estuvieron en boca de los sindicalistas en los últimos días: el incumplimiento empresario al compromiso de no despedir por noventa días. “La intervención del Gobierno para que se cumpla esto ha sido de bajísima intensidad”, señaló el dirigente del sindicato de Dragado y Balizamiento.
Tensión No obstante, fueron las declaraciones sobre la situación social las que hicieron más ruido. Daer sostuvo que el país vive un estado de “tensión social” (“incremento muy grande de la tensión”, dijo) y consideró que esto se debe al “cierre de empresas y los despidos”.
Por su parte, Schmid planteó que “con este panorama de despidos y suspensiones no podemos entablar ningún diálogo, y menos discutir paritarias hasta que no se terminen los despidos”. En tanto, Acuña, que suele ser el más dialoguista y moderado de los tres secretarios generales, señaló que el Gobierno “con su indiferencia y apatía sobre la masificación del despido, y este erróneo enfoque económico, lo que está haciendo, junto al sector empresario, es minar la confianza de llegar a tener acuerdos de mayor alcance”.