Valeria Corbacho, abogada del motorman Marcos Antonio Córdoba, reiteró que los frenos no funcionaron y acusó a la empresa TBA por la falta de mantenimiento de las formaciones
La abogada Valeria Corbacho pidió hoy la absolución del maquinista Marcos Antonio Córdoba en el juicio por la tragedia ferroviaria de Once y habló de una «red de corrupción» en la concesión de la línea Sarmiento, a cargo de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA).
«Los frenos fueron aplicados correctamente, pero no funcionaron por la falta de compresión neumática de aire del sistema debido a la falta de mantenimiento y reparación», sostuvo Corbacho al terminar sus alegatos ante el Tribunal Oral Federal 2.
La abogada de Córdoba sostuvo que al frente del tren chapa 16 el maquinista no obró en forma negliente, sino que los frenos no le respondieron para detener la formación que el 22 de febrero de 2012 chocó en uno de los andenes de la estación de Once y provocó la muerte de 51 personas y heridas a más de 700.
Corbacho señaló que, el día de la tragedia, Córdoba estaba en condiciones psíquicas y físicas para conducir y que los frenos del tren «de milagro operaban por tramo, pero en el momento crítico dejaron desvalida la formación».
«Y esto se debía a la falta de inversión, a no haber cambiado los compresores o el sistema de carga de aire, de no reemplazar las partes obsoletas de la formación. Algo que los funcionarios, después de este accidente trágico, se dispusieron a llevar a cabo poniendo los recursos necesarios y cortando la red de corrupción que alimentaba las concesiones, recién entonces dejadas sin efecto», señaló la abogada.La defensora de Córdoba citó a un familiar de la tragedia de Once, que en declaraciones públicas hizo referencia a la malversación de dinero que hacía TBA.
«Un día antes de la tragedia, con la tarjeta de los Cirigliano, que se pagaba con dinero de cada uno de nosotros, se gastaron 6.742 dólares en joyas. Es términos generales el valor de uno de los compresores que le faltaban al chapa 16», sostuvo la abogada.