La Iglesia y los sindicatos, contra la droga y la pobreza
La Iglesia y la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) compartirán una experiencia inédita: tras las elecciones del domingo, mantendrán diversas reuniones en Rosario con representantes del empresariado, el comercio y las Pyme para consensuar un pronunciamiento conjunto para exigirle al poder político que solucione el flagelo del narcotráfico.
Se trata de la primera iniciativa concreta del sindicalismo en rechazo del comercio ilegal de drogas, aunque la CGT Azopardo incorporó en los últimos tiempos este punto como uno de sus reclamos.
La decisión del trabajo conjunto que se pondrá en marcha en Rosario se tomó ayer en un encuentro entre la plana mayor de la CATT, liderada por Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), y el titular de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, Jorge Lozano, en donde los sindicalistas también le plantearon su preocupación por la pobreza en el país y se enfocaron en los problemas derivados de “la desigualdad” porque, como le explicaron al obispo, “los trabajado res con empleo y cuya actividad está dentro de un convenio colectivo también están en un determinado escalón económico del que les resulta muy difícil salir”.
“En la Argentina se ha creado una nueva categoría social, que es la del indigente”, dijo Schmid tras el encuentro del que también participaron los dirigentes Omar Maturano (La Fraternidad), Roberto Fernández (UTA), Omar Pérez (camioneros) y Juan Pablo Brey (aeronavegantes).
Tras esta reunión, los miembros de la CATT almorzaron con Sergio Urribarri y con Oscar Cuartango, dos referentes del sciolismo que serían ministros si Scioli gana las elecciones. Los sindicalistas reclamaron la creación de un Ministerio del Transporte y una ley federal para el sector, y, según trascendió, los hombres de Scioli les pidieron un gesto explícito de respaldo a su postulación presidencial.
Mientras, dos dirigentes importantes de la CATT como Maturano y Fernández se sumarán en las próximas horas a la reunión que mantendrán diversos sectores sindicales (moyanistas, independientes K y “Gordos”) en el Hotel Castelar para acelerar la reunificación de la CGT, tal como adelantó ayer Clarín