Documento de la CATT luego de entrevistarse con todos los candidatos a presidente de los partidos políticos
CONFEDERACION ARGENTINA
DE TRABAJADORES
DEL TRANSPORTE
AV. JUJUY 1074 – C1229ABS C.A.B.A
REPUBLICA ARGENTINA
PAZ, PAN Y TRABAJO
La consigna PAZ, PAN y TRABAJO que una vez más promueveel sindicalismo constituyen una imperiosa necesidad para la vida de todos losargentinos.
Enraizada en las banderas históricas del peronismo,actualmente coinciden plenamente con el ejemplo moral del Papa Francisco en suprédica constante de asumir la defensa de los valores esenciales del serhumano; PAZ, PAN y TRABAJO es la base para construir una sociedad democrática,plural y solidaria.
Por eso frente a un tiempo marcado por los desafíos la C.A.T.T. quiere cumplir con laobligación de señalar las amenazas que se ciernen sobre nuestra sociedad y lasinmensas oportunidades que no deben ser desaprovechadas.
LA PAZ Y EL PAN
Nohay desarrollo ni paz cuando millones de argentinos viven bajo la condena de lapobreza. Este es el gran dique que impide el desarrollo integral de nuestros compatriotas que aguardanmejor suerte.
La pobreza es un escándalo que ninguna persona honestapuede negar constituyéndose en laprincipal amenaza para el futuro nacional, para la paz y la convivencia. ¿QuéArgentina estamos construyendo con esa inmisericordia de la política para conla pobreza? En otra dimensión ¿puede haber desarrollo con una sociedadamenazada cotidianamente por la inseguridad y el narcotráfico? La crecientepresencia y la nebulosa actitud de los poderes públicos con el narcotráfico, esun peligro para la paz social. La droga, el incremento del consumo interno, eldramático segundo lugar en el continente como consumidores de cocaína porhabitante, el tercer puesto mundial como exportador de droga, la masivaimportación de efedrina, las muertes y asesinatos en el conurbano rosarino,cordobés o bonaerense, son las consecuencias presentes de la ausencia de uncompromiso de la política para enfrentar a esa lacra social madre de una nuevaviolencia que reproduce la sombra creciente del miedo en la vida ciudadana.
La inseguridad, los delitos con violencia, son monedacorriente entre nuestros compañeros ¿cuántos dedos de choferes se debencontabilizar para tomar medidas y formular un plan? Los trabajadores deltransporte sostienen que reconocer laverdad de los hechos, sentarse a dialogar y a respetar a los otros es parte decualquier solución. No hay vocación de paz si hay vocación de excluir al otro.Ninguno de los acuerdos o de las batallas colectivas por la paz social puedentener éxito si no están basadas en la construcción de vidas material y espiritualmentesatisfactorias para todos y cada uno de los miembros de la sociedad. Millonesde hermanos carecen de las condiciones dignas de vida.
El pan del progreso requiere de la acumulación de lopreviamente logrado, del continuo ascenso del salario real, acompañado delincremento de la productividad, es esa la condición necesaria para laconstrucción del progreso. Si bien hemos recuperado las Convenciones Colectivas– lo que celebramos como una conquista fundamental – no es menos ciertoque estos años de gran crecimientoapenas permitió seguir la estela de la inflación…nunca participamos de las ganancias. Con los salarios, lostrabajadores que somos la inmensa mayoría de la ciudadanía, aportamos recursostributarios para ser administrados por el Estado en sus diversos niveles. La aplicación de esos recursos, que hansido inmensos en los últimos años, no ha tenido consecuencias relevantes comolo demuestran las carencias sociales que denunciamos. Podrá argumentarse quemucho se ha hecho; lo relevante es quelas carencias siguen siendo enormes.
La estructuratributaria argentina es profundamente regresiva y está lejos de ser cooperativacon el desarrollo de las fuerzas productivas, tanto por las normas como por laaplicación de las mismas. Es sabido que en la concepción de la estructuratributaria se define un modelo de país. Y nadie puede sostener que unaestructura tributaria que castiga el fruto del trabajo y premia el fruto de laespeculación, responde a una sociedad preocupada por el pan de los argentinos. Laprueba más contundente es que mientras los trabajadores asalariados estánobligados a tributar por un impuesto a las ganancias, en razón de unadeformación del espíritu de la ley el proceso inflacionario no es tenido en cuenta por el aparato tributario.A esa tributación, que existe de una aplicación impropia de la ley, se suma alos varios impuestos al trabajo. La carga sobre el salario es enorme ydesproporcionada. Mientras tanto la especulación financiera, el juego, losconsumos suntuarios y otros actores de mayor capacidad tributaria están exentosde todo impuesto.
Los trabajadores del transporte en nombre de la visióndel mundo del trabajo y de la producción,exige participar en la puesta en discusión de toda la estructura tributaria delpaís.
EL TRABAJO
El trabajo es un derecho. La falta de trabajo, eldesempleo, es la medida de fracaso de todo sistema económico. Pero cuandohablamos de derecho hablamos de trabajo digno en el marco de la ley. El trabajono es la explotación de la fuerza creativa de unos por otros, sean estosprivados o públicos. El trabajo digno lo es tanto en el progreso económico enque se realiza, como también es la relación con el ambiente natural y social.El movimiento obrero lucha por la dignidad del trabajo en esa dimensión. Esetrabajo como derecho respetado y ejercido por todos es la fuente originaria delpan y de la paz. No hay ni pan ni paz sin trabajo digno. Nuestro país sufre lasconsecuencias que el 36 por ciento de los trabajadores empleados no estánprotegidos por las leyes, los trabajadores ‘’en negro’’ carecen de seguridad socialy nada permite asegurar que las condiciones de trabajo respondan a todos losbeneficios laborales propios de una sociedad civilizada.
Quienes emplean trabajadores en esas condiciones deexplotación pertenecen tanto al ámbito privado como al público y en ambos casoslas contrataciones se realizan apelando a diversos incumplimientos de las normas. Muchostrabajadores, que aparecen como tales en las encuestas de empleo y desempleo,se encuentran en un franco régimen de sub ocupación y otros reciben aportespúblicos a través de planes, estosmedios, sin duda, ayudan a la subsistencia pero también contribuyen a negar elderecho a un trabajo digno para ganar el pan del SXXI.
La C.A.T.T. como parte del movimiento obrero lucha por unasociedad de trabajadores y productores, porque el trabajo dignifica y laproducción acrecienta el valor del pan colectivo. La realidad del presenteseñala que las inversiones realizadas en el país destinadas al incremento delnivel de empleo productivo están muy por debajo de las posibilidades, en estesentido basta recordar la fuga de capitales, la caída las exportaciones, eldéficit energético, etc.
En nuestro país está todo por hacer. Un territorio enel que tal vez se pueda duplicar la cantidad de tierras explotadas y que talvez pueda multiplicar las tierras irrigadas; incorporar nuevos cultivos y ganarnuevos mercados; un territorio en el que existe un gigantesco potencial mineroy energético que, debe ser explotado pensando en el presente y las próximasgeneraciones; una sociedad que ha logrado avances destacados a nivel mundial enciencia, tecnología e innovación tiene que superar el estado actual dedependencia industrial y ensamblaje, fortaleciendo el encadenamiento de loseslabones de valor.
Nada de esose puede lograr sin una visión de largo plazo y sin un plan de transporteferroviario, aéreo, marítimo, portuario y vial. El trabajo digno y productivo es la condición necesariapara que el pan, en el sentido del SXXI, esté disponible para todos y es poreso que el trabajo es la condición necesaria para la paz.
PAZ, PAN y TRABAJO es mucho más que una consigna. Es unprograma en que la C.A.T.T. se siente protagonista y comprometida con el destino nacional.En las entrañas del presente están lasarmas del futuro. Los trabajadores organizados hoy, como siempre, estamos dispuestos a ir en su búsqueda; nada se lograsin trabajo y sin pan porque la ausenciade estos factores arriesga la paz social.
Los queaspiran a gobernar, deben hacer explícito su compromiso con el pleno empleo, cuál programa y quéinstrumentos serán los que van a garantizar sus proclamas de campaña, porque noserá el pueblo trabajador el que sufra las consecuencias de los errores, desaciertosy vacíos de las políticas públicas.
Nuestro país está plagado de oportunidades, solamentela persistencia en continuar haciendo las mismas cosas de la misma manera halogrado desaprovecharlas.
Buenos Aires, Setiembre 2015
CONSEJODIRECTIVO